Sentimiento añorado


Las horas pasan, el tiempo transcurre y el momento tan ansiado para el hincha de independiente se hace presente. En medio de un clima candente, lleno de fervor y pasión se encuentra un equipo que poco a poco se fue ganando a la gente. De menor a mayor y con una idea clara, el independiente de Holan fue tomando forma hasta lograr uno de los objetivos más buscados, poner de nuevo al rojo en la competencia internacional como principal protagonista.

En un contexto sudamericano en donde pareciera que los equipos argentinos han vuelto a tomar un fuerte protagonismo, llegando a las instancias finales y ganando varias de ellas, la escuadra de Avellaneda resurge de sus idas y vueltas coronándose campeón de la Copa Sudamericana.

Cabe destacar aquí, la importancia no sólo del título en sí, sino fundamentalmente de la forma, y todo lo que ello implica. Y es que el título conseguido se convierte en el premio, el broche de oro para el final feliz, pero lo realmente valioso a destacar y analizar radica en lo simbólico. Por supuesto que Sudamericana y Libertadores son dos competiciones totalmente diferentes en jerarquía y prestigio. Sin embargo, ello no opaca ni deslegitima lo logrado.

La manera de conseguirlo se vuelve clave para entender este corto proceso que, a mi entender, ya había logrado lo más importante, incluso antes del triunfo frente a Flamengo y la posterior obtención de la copa. Estamos hablando de las virtudes del juego y sus componentes particulares. Una conjunción de elementos que hacen a la estructura de todo club que pretende aspirar a lo más alto.

Se pudo observar un equipo sólido, con carácter, suelto, de perfil bajo pero con un enorme sentimiento de pertenencia. Con un juego explosivo y vertiginoso producto de la idea madre y de las características de sus jugadores, varios de ellos de buen pie.

En este sentido, un aspecto a resaltar es el bajo promedio de edad en el equipo titular, lo que le proporcionó aire fresco y rebeldía. Así mismo, sobresalió la solidaridad e intensidad en el juego, consecuencia de un enorme esfuerzo físico que hacía notar su merma en los segundos tiempos de prácticamente todos los partidos teniendo que pasar situaciones más que preocupantes a raíz de ello.

Nicolás Tagliafico
El juego vertical, directo y con transiciones rápidas de defensa a ataque, tuvo su base en los dos laterales siempre dispuestos a doblar por bandas, estando bien posicionados para una pronta recuperación a la hora de presionar en mitad de cancha, un mediocampo que distribuía correctamente en forma veloz y con simpleza, y en un ataque que de ¾ hacia adelante era pura explosión y atrevimiento, provocando el mano a mano con la defensa rival y sacando provecho de su buena técnica y velocidad.  


Paralelamente, en el plantel se encontraban jugadores de experiencia que aportaron su carácter y serenidad necesarios para afrontar las adversidades y mantener el orden. La versatilidad y adaptabilidad a los esquemas y momentos del partido fue un punto fuerte de este equipo en formación. En este aspecto, el rol de Tagliafico como capitán y líder fue fundamental para afianzar una defensa joven y la unión de grupo.


La apuesta por los chicos del club -Barco, Bustos y Franco-, tres pibes que se afianzaron en el once titular (algo no tan común para un equipo que pretende disputar una competencia), y que además significa una coronación al buen trabajo en inferiores, la valorización de la misma, aumento del patrimonio del club para futuras ventas, y la determinación a la hora de tomar la decisión por parte del cuerpo técnico.  

Ariel HolanTras lo dicho anteriormente, no podemos dejar pasar por alto la figura del entrenador que, derrumbando todo tipo de prejuicios y preconceptos -“por no ser del palo”- demostró con gran idoneidad su capacidad para reposicionar a independiente en la plana mayor, construyendo desde lo futbolístico y lo simbólico una resignificación de su historia e identidad, y una comunión entre el hincha y el equipo.



El sentimiento añorado se transformó en realidad. Las grandes ilusiones llegan pero el camino recién comienza. La Copa Libertadores quizás sea la vara que mejor mida en qué lugar se encuentra independiente, qué cosas falten por mejorar y hacia dónde se pretende llegar.    

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